web counter logdy.com

La Gruta de Olimpia

Novela on line de una escritora argentina

Oferta LIBROS oferta LIBROS

Saturday, July 01, 2006

LIBROS GRATIS


Capítulo-12-


Anochecía. Esteban recordó que debía presentarse en la redacción de “El Informante”.
Antes se dirigió a la casa de Silvina. Estuvo unos minutos sin descender del automóvil abstraído en el recuerdo de la conversación con Daniel Newman. La meta ahora era saber de qué se trataba La Gruta de Olimpia. Tendría que ubicar el lugar e ir a investigar. De pronto, escuchó que se acercaba un auto con el volumen de música demasiado alto. Era un Ford K azul. Francisco Menéndez pasó a su lado a una velocidad que fue imposible para Esteban reconocerlo. Pero sí lo sacó de su estado meditabundo.
Tocó varias veces el timbre de la puerta de Silvina.
-¡Por fin! Creía que habías olvidado nuestro trato- Esteban se mostró nervioso y molesto.
-Sólo estaba escuchando con mis auriculares si el trabajo había salido bien- Silvina hizo pasar a Esteban al cuarto de estar donde había una computadora encendida, y un casete en un walkman.
-¿Cuántas entrevistas hiciste?- Esteban tenía prisa por llegar a la redacción del diario.
-Cinco -respondió Silvina con sequedad.
-Veo que te fue muy bien- el tono de Esteban había cambiado, al menos sonaba más amable- ¿ Los nombres...?
-Germán Ledesma, Gustavo Ortiz, Damián Fernández, Franco Martínez, y Mauro Arana- Silvina sonrió porque había recordado los nombres con menos esfuerzo que de costumbre.- Les hice cuatro o cinco preguntas a cada uno...no vayas a creer que...
-¿ Mauro Arana? En fin... no es muy hábil- Esteban había interrumpido a Silvina sin darse cuenta- Juan sólo la publicará si sobra espacio en la página de Deportivo U.
Silvina no respondió e hizo una mueca de fastidio. Esteban se dirigió con apuro a la puerta de calle.
-¡Ah! Disculpame. Lo olvidaba- Esteban le extendió un billete de $50.
-Gracias. El domingo próximo te espero a la misma hora.- Silvina cerró con fuerza la puerta.
Esteban escuchó el ruido de la llave que giraba del lado de adentro. Cuando estaba subiendo a su automóvil le llamó la atención que pasaba nuevamente el Ford K azul con la música fuerte y a gran velocidad.
Al llegar a “El Informante” se encontró con Juan que lo estaba esperando impaciente.
-Acá traje las notas- Esteban con una sonrisa sacudió el casete en su mano derecha. Se sentó frente a la pantalla de la computadora. Realizó las transcripciones ante la sorpresa de Juan.
-Es la primera vez que te veo trabajar con seriedad.
Esteban no respondió. Dos horas más tarde había terminado las columnas que le correspondían.
Juan observó todo con minuciosidad. Tal vez buscaba develar el misterio del cambio de actitud de Esteban.
-Está muy bien- dijo después de unos treinta minutos mientras se tocaba la barbilla- Salvo...la nota a Mauro Arana. ¿ Para qué? Hoy jugó pésimo.
Esteban no durmió esa noche. Pasó un largo tiempo buscando en su archivo referencias sobre La Gruta de Olimpia. Todo fue en vano.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home